No
es tan mala.
No,
en serio. Escuchadme, por Dios. Basta de prejuicios. Basta de hacer un caso
ciego a la dictadura de la mayoría, o a lo que cuatro críticos elitistas
vomitan en un periódico de tirada nacional. Basta de adorar lo que otros dicen
que es bueno solo porque lo dicen, y de aborrecer lo que ellos consideran malo
porque no les gusta. Basta de decir que John
Carter da asco solo porque algunos inútiles que creen que saben de ciencia
ficción le han dado la espalda, y porque al público estadounidense no le hizo
ninguna gracia. BASTA YA.
Por
supuesto que John Carter no es un
peliculón de Oscar, tampoco hay que ser imbéciles. Pero estoy harto de oír las
barbaridades que se sueltan sobre esta película y que, después de verla, descubro
que están en su mayoría equivocadas de base. Pero vayamos poco a poco. Primero el argumento.