-¿Nunca
has querido una vida normal?
-¿Qué
coño es eso? ¿Barbacoas y partidos de beisbol?
Hay
películas tan grandes que no sabes por donde empezar en una reseña. Heat es una de ellas. Es un
auténtico pepinazo, una obra maestra por muchas razones y es difícil quedarse con
una sola de ellas. Por un lado, tenemos en los mandos a uno de los
directores más cabrones y con más talento de los últimos años
como es Michael Mann, tenemos un guión completísimo y cuidado hasta
el último detalle (firmado por el mismo Mann) y por último, tenemos
como pareja protagonista a nada más y nada menos que a dos de los
mejores actores de su época como son Robert De Niro y Al Pacino, en un
cara a cara realmente magnífico.
El
resultado es Heat, un thriller que es algo más que un gato policía persiguiendo al ratón ladrón. Es una
declaración de intenciones de como vivir la vida, y se ve desde el primer
robo que abre majestuosamente la película hasta el último cara a
cara de Al Pacino y De Niro. Todo detalle está estudiado y cada
subtrama está abierta por una razón y lleva a una conclusión.